Llevar la música a otra parte...pero ¿cómo?

Llevar la música a otra parte...pero ¿cómo?

La música es parte esencial de nuestra vida, es un elemento que caracteriza momentos, recuerdos, nos ayuda a olvidar, a recordar, a reir, a llorar...

Pero detrás de todas esas emociones hay muchas personas involucradas en hacer posible que la música llegue a nuestros oídos, y no lo tienen fácil para conseguir esta tarea.

Cualquier músico de viento o percusión que toque en una banda sinfónica tiene dos instrumentos: uno para ensayar en casa y para los conciertos y otro para los actos de calle (pasacalles, charanga...) Es decir, uno que suena bien y es más caro y otro que está hecho para aguantar batallas, caídas, líquidos, etc.

Pero cuando se llevan el instrumento bueno a los conciertos, siempre hay una preocupación de que le pase algo, de que se caiga, de que lo roben, de que en el transporte se de algún golpe...Cargan con instrumentos que cuestan muchas veces entre 3.000 euros y más de 6.000 euros. Una responsabilidad muy grande.

 

La música es uno de los artes más demandados y más apreciados, la seguridad de los instrumentos así como de quien los porta es algo que preocupa realmente dentro del sector.

 

Sería interesante para empresas de transporte, de seguros, de alquiler de instrumentos, de compra-venta de instrumentos de segunda mano, incluso de vending automático en auditorios y teatros (en el caso de instrumentos con lengüetas y cañas sensibles a romperse con facilidad), todo lo necesario para facilitar la vida al músico y que éste tenga que viajar lo menos posible con su propio instrumento o si es necesario, que lo haga de forma segura.