¿Eres emocionalmente inteligente?

La Inteligencia Emocional es un concepto que está muy de moda desde que en 1995 Daniel Goleman se hizo mundialmente famoso por su libro "Inteligencia Emocional: Por qué puede ser más importante que el coeficiente intelectual", que logró estar más de año y medio en la lista de los más vendidos del New York Times.

Últimamente lo oímos por todas partes, pero ¿sabemos realmente qué es eso de la Inteligencia Emocional y para qué se usa? 

>>> Si sabes la respuesta, puedes dejarnos un comentario, nos encantará que aportes tus conocimientos; y si no, sigue leyendo!

La Inteligencia Emocional (I.E.) se podría definir como la capacidad que tienen las personas para reconocer sus propias emociones y sentimientos y los de los demás y gestionarlos generando resultados positivos.

Parece bastante sencillo, pero no todos somos realmente conscientes de nuestras emociones y de cómo reaccionamos antes diferentes situaciones de nuestro día a día. 

Afortunadamente, el experto en capacitación y liderazgo Dan Bobinski afirmó que la Inteligencia Emocional se puede aprender y mejorar, así que ¡no está todo perdido! A continuación os dejamos algunas pautas para mejorar nuestra I.E.

CONSEJOS PARA MEJORAR NUESTRA INTELIGENCIA EMOCIONAL:

- Para empezar es muy importante que aprendamos a conocernos a nosotros mismos; saber cómo reaccionamos ante las situaciones que nos rodean en nuestro día a día. Escribirlo en un papel nos hará ser más conscientes de nuestros comportamientos. 

- Debemos de ser capaces de ponernos en el lugar de otros e intentar entenderlos antes de juzgar, mejorar nuestra empatía y desechar de nuestra mente los conceptos “bueno” y “malo”; las personas simplemente son diferentes.

- No hay que confundir diferente con difícil, a veces es bueno salir de nuestra zona de confort y probar cosas nuevas.

- Es muy importante aprender a controlar nuestros impulsos, pensar antes de actuar. No debemos dejar reprimir nuestras emociones, pero tampoco dejar que nos arrastren.

- Todos tenemos fortalezas y debilidades, es necesario conocerlas, aceptarse y sobre todo enfocarnos en explotar nuestras fortalezas; centrarnos en las debilidades solo nos hará más débiles.

- Las personas curiosas son mentalmente más inteligentes y desarrollan más la empatía. Así que no tengas miedo de preguntar, a acercarte a gente desconocida, muestra interés por aprender, resuelve tus dudas, presta atención a lo que dicen los demás…

- Distingue entre efectividad (hacer las cosas bien) y eficacia (hacerla rápido). Vale la pena dedicar más tiempo y conseguir los mejores resultados posibles.

- Automotívate! Aunque no tengas ganas, inténtalo una y otra vez, saca tu fuerza de voluntad. No hay nada más gratificante que saber que has hecho todo lo posible, que has dado el máximo de ti.

- Y sobre todo, se feliz y haz feliz a los demás. Las personas que motivan, transmiten energía positiva, alegría, energía… pueden conseguir cualquier cosa. 

Aunque todo lo que acabes de leer no te parezcan más que consejos de simple sentido común, esas son algunas pautas de lo que se necesita para llegar a ser mentalmente inteligentes. Puede que parezca sencillo, pero se necesita mucho esfuerzo y constancia, no es algo que se consiga de la noche a la mañana.

Así que ahora que ya sabéis lo que hay que hacer, sólo queda ponerse manos a la obra!