¿Cómo ahorrar cientos de euros al año en energía en tan solo 7 pasos?

El ahorro energético es una necesidad cada vez más grande en la mayoría de hogares españoles dadas las constantes subidas en el precio de la energía. Uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos es la eficiencia de las propias viviendas; el aislamiento, la calidad de los materiales en la construcción de las mismas, etc.

Pero no está todo perdido, desde Gana Energía, comercializadora eléctrica de energía verde de bajo coste, nos llegan estos consejos de ahorro para conseguir convertir nuestra vivienda en un hogar más eficiente:

 1. Aislamiento

 Las ventanas son las mayores fuentes de pérdida de calor de la vivienda, por lo que habría que revisar que la carpintería de las mismas está en un estado óptimo y de lo contrario, se recomienda cambiar a ventanas con doble acristalamiento con cámara intermedia.

En caso de que no estemos en disposición de cambiarlas, la solución más económica es adquirir burletes para instalar entre las partes móviles de las puertas y las ventanas que dan al exterior, así como las puertas entre espacios calefactados y no calefactados, sellándolas así herméticamente. En puertas se pueden instalar en las bases, el marco y los batientes. En ventanas se deben instalar en todos los lados de la ventana.

Hay distintos tipos de burletes, siendo los más adecuados los de caucho y silicona para estos casos, ya que son los más resistentes a la climatología.

A veces, el calor puede escapar también por el suelo, por lo que tanto el aislamiento, como la sensación de calidez, será mayor colocando alfombras.

2. Iluminación

 Cambiar las bombillas convencionales de 60W por LEDs de 7W, que consumen un 90% menos puede hacernos ahorrar hasta 162 euros al año en una vivienda de 80m2, con 17 puntos de luz funcionando 4 horas al día. Y aunque la inversión inicial sea bastante superior, la vida útil media de las bombillas de LEDs es de 34 años frente a 1,3 años de las halógenas por lo que sale rentable.

 3. Electrodomésticos

 Renovar los viejos electrodomésticos por unos más eficientes supone un ahorro a largo plazo, ya que la sustitución de un electrodoméstico de consumo normal o alto a uno de bajo consumo (A+++) puede resultar una diferencia de un 50%, desde 13,94 euros al año en el caso de un televisor hasta 55,76 euros en el caso de un frigorífico.

 4. Frigorífico

 Si los electrodomésticos suponen un 45% del consumo de electricidad del hogar, de este porcentaje un 18% pertenece al consumo del frigorífico, por lo que hay que evitar abrir muchas veces la puerta, así como introducir comida caliente, ya que esto hará que la temperatura interior aumente y el frigorífico necesite más potencia para volver a la temperatura adecuada.

También es conveniente descongelar regularmente para evitar placas de hielo. Con tan solo 3 milímetros de escharcha podría aumentar el consumo hasta en un 30%. No instalar cerca de una fuente de calor como un horno, un radiador o una cocina eléctrica y no poner una temperatura demasiado baja; 5ºC para la nevera y -18ºC para el congelador será suficiente.

5. Calefacción y aire acondicionado

 Si nuestra calefacción es eléctrica y/o por conductos, conviene no sobrepasar los 21ºC durante el día y los 16ºC por la noche. Este gesto hará que ahorremos un 8% de electricidad o lo que es lo mismo, alrededor de 60 euros al año. Por cada grado de más, el consumo y sus costes se incrementarían exponencialmente.

Respecto al aire acondicionado, la temperatura ideal no debería estar por debajo de los 25ºC.

En el caso de los dormitorios, cambiar el aire acondicionado por ventiladores de techo es también una buena opción, ya que los mismos provocan una bajada de temperatura de nuestra sensación térmica de 4ºC.

 6. Hábitos diarios y aparatos en standby

 Si podemos elegir, las encimeras de inducción son un 20% más eficientes de las vitrocerámicas.

Si estamos cocinando algo al horno, cada vez que abrimos baja la temperatura 25ºC, por lo que debemos evitar abrirlo y cerrarlo en la medida de lo posible.

Optar por duchas en lugar de baños además, nos ayudará a ahorrar agua.

No dejarse luces encendidas si no vamos a estar entrando y saliendo.

Los aparatos en standby suponen el 10% del consumo total. Es recomendable usar temporizadores, por ejemplo, para el termo eléctrico o la calefacción y utilizar regletas con interruptor para aparatos como televisión, mini cadena, cargadores, ordenador, microondas, máquina de café, altavoces… Y apagar siempre que no se estén usando.

6. Elegir la mejor tarifa

 Tan importante es el ahorro en el uso de los aparatos eléctricos y el aislamiento, como el tener la tarifa eléctrica que más se acople a nuestras necesidades, algo en lo que no solemos reparar. Para ello, podemos hacer un estudio comparativo en la página de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, (donde se encuentra el único comparador público, sin intereses económicos) y ver cuál es la opción que más nos conviene.

Una vez elegida la mejor eléctrica es interesante también que la misma nos asesore sobre la potencia contratada (el término fijo en la factura de la luz), ya que podemos tener contratada más de la necesaria y por cada tramo que bajemos podemos ahorrarnos entre 50 euros y 60 euros más al año.

¿Qué os han parecido estos consejos? ¿Probamos?

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