Cómo hacer una buena exposición para tu proyecto emprendedor.
Te enseñamos unos consejos para presentar tu proyecto
Publicado por vicentsalvador92
miércoles, 29 de noviembre de 2017 a las 11:00
Desde nuestro blog sobre emprendedores queremos que nunca las exposiciones pueden llegar a ser aburridas e insípidas. O lo que es lo mismo, una auténtica tortura para la audiencia que esté presente. Yo mismo he sufrido este tipo de presentaciones por parte de ponentes, profesores de universidad y algún que otro compañero. Así que si quieres “llegar” a tus oyentes, te animo a que sigas leyendo este artículo porque te voy a dar pautas muy concretas que te van ayudar, seguro, a dar un enorme empujón a tu ponencia. ¿Preparado/a?. Pues allá vamos.
No leas, jamás lo hagas.
Este es el principal error que tienen: los ponentes novatos, los que no se han preparado muy bien una exposición o los que directamente, no les importa que la charla sea un “churrete”.
A todo el mundo le aburre enormemente asistir a una charla y que el orador, literalmente, lea las diapositivas del PowerPoint o el Prezi.
Tu público no asiste a tu charla para que leas por ellos, para eso, mejor que les hubieras mandado un PDF o un folleto con toda la información. Lo que se espera de ti cuando estás delante de tu audiencia es que añadas algo de valor. Es decir, que aportes: tu propio punto de vista, ejemplos, opiniones… En definitiva, tienes que aportar “calor” a la exposición.
No obstante, tampoco hay que ser totalmente intransigentes. Puedes llevarte un esquema o tarjetas con los puntos más importantes de la exposición para que no te dejes nada relevante en el tintero. También, es pertinente que lleves anotadas fechas destacables, datos estadísticos, porcentajes… No hace falta que sepas de memoria cada palabra y número que vayas a decir. Puedes apoyarte como he dicho antes en anotaciones. Pero no olvides que eso es para un momento puntual, es necesario que expliques todo usando tus propias palabras.
No te pases leyendo toda la presentación. Cada ponencia es única, déjate llevar y no tengas miedo a improvisar. Pero cíñete al “guión”. Tampoco nos vayamos por las ramas.
Adáptate a tu público.
Este es otro aspecto clave. No es lo mismo dar una charla sobre acoso escolar (seguimos con este ejemplo) a un grupo de padres que a una sala repleta de: pedagogos, educadores, psicólogos… El lenguaje que vas a utilizar no debe ser el mismo. En caso de que tu público no tenga muchos conocimientos del tema que vas a tratar, deberías explicarlo todo, hasta las cosas más evidentes y por supuesto, tratando de evitar los tecnicismos.
En la otra cara de la moneda, tenemos al público que ya sabe de lo que estás hablando. Es decir, ya tienen unos conocimientos previos. En este caso, puedes sentirte libre de usar: tecnicismos, nombrar autores, instrumentos de evaluación…
Por ejemplo, si vas a hablar sobre el acoso escolar, un concepto que sin duda saldrá será el de la resiliencia. Si tu público son padres que no están familiarizados con estos conceptos, deberías explicar de forma sencilla que la resiliencia es la capacidad que tiene una persona de superar un suceso traumático. En cambio, como he dicho antes, si estás frente a unos oyentes especializados, este concepto será conocido y no hará falta explicarlo. En cambio, sería más interesante que aportaras nuevos datos de: investigaciones, porcentajes sobre adolescentes resilientes, etc.
En definitiva, adapta tu lenguaje al público objetivo. Es algo obvio pero que se olvida muchas veces.
Poco texto, mucha imagen.
Esta debería ser la regla de oro de una exposición. Básicamente, porque las personas somos eminentemente seres visuales, todo nos entra por los ojos. Si pones un párrafo de 17 líneas con un tamaño de letra de diez, el público “desconectará” al instante.
Es infinitamente mejor, que pongas palabras claves y una imagen vistosa que refuerce el concepto que estás manejando. Olvídate de añadir parrafazos en una diapositiva. Mejor dilo de forma oral. El público lo entenderá mejor y no se agotará tanto.
Consigues mayor claridad poniendo una imagen y un par de palabras clave en una diapositiva que añadiendo oraciones interminables.
Los 15 segundos decisivos.
Como emprendedor que eres, debes saber que los primeros quince segundos en una exposición son totalmente decisivos. En esos escasos segundos, los espectadores están poniendo toda su atención, hacen previsiones de cómo será la exposición y lo más crítico, deciden si lo que vas a decir es interesante o no lo es. Así de duro.
No pierdas el tiempo presentándote o dando las gracias. Eso lo puedes poner en una diapositiva. Di algo impactante o comienza con una historia que les enganche. La mayoría de los mejores oradores comienzan con algo impresionante.
Voy a mostrarte dos ejemplo muy cortitos (así lo entenderás de inmediato). Dime qué te llama más la atención.
Ejemplo 1.
Buenas tardes a todos y a todas, soy “fulanito” de la “asociación la alegría de la huerta”. Quiero daros las gracias por estar hoy aquí y permitirnos hablar del acoso escolar, un tema de actualidad.
Ejemplo 2
¿Saben que el 15 % de los niños de nuestro país sufren acoso escolar? y ¿que de ese porcentaje la mitad desarrollan graves trastornos de la personalidad como la fobia social y/o depresión en la etapa adulta?.
Aunque ambos ejemplos son totalmente inventados, el ejemplo dos tiene un mayor impacto. Si empiezas con algo así, tendrás a tus oyentes “enganchados” desde el comienzo. Ahora hay que mantener el interés y eso es difícil.
29/11/2017 11:00 | vicentsalvador92