El método Montessori y la Disciplina Positiva
El método Montessori y la Disciplina Positiva
Publicado el miércoles, 22 de agosto de 2018 a las 09:25
Un buen entorno es la clave para que los niños tengan un buen desarrollo. Ambientes tóxicos y violentos sólo volverán a tu hijo más dependiente, así como también el castigo, las recompensas y premios excesivos. El método Montessori y la Disciplina positiva es una pedagogía aplicada por profesionales y los mismos padres de los niños. El objetivo de este método es que el hijo crezca en un ambiente respetuoso y tranquilo en donde se explote todo su potencial.
Para entender más sobre esta manera de conducir la crianza de nuestros hijos, es necesario saber más sobre María Montessori. Esta especialista en enfermedades nerviosas y mentales hizo historia al convertirse en la primer mujer médico de Italia. Al convivir diariamente con niños que sufrían dificultades de aprendizaje estudió su comportamiento y esto le dio la posibilidad de crear materiales didácticos que se adaptaran a sus necesidades. Los infantes comenzaron a reaccionar positivamente al tratamiento pedagógico, logró que niños aparentemente sin remedio, aprendieran a leer, escribir y contar. Su filosofía se estableció como el método educativo oficial en Italia.
¿Cómo funciona el método Montessori?
Este método tiene cuatro principios básicos: la mente absorbente, los períodos sensibles, el ambiente preparado, el rol del adulto.
Montessori visualiza la mente de los niños como una esponja, ya que en los primeros años de vida los niños absorben todo lo que les rodea y lo interiorizan. La mente de un niño no tiene límites, se empapará de conocimiento por el simple hecho de estar vivo, sin embargo, los períodos sensibles son aquellos en donde el niño es más propenso a adquirir habilidades, es diferente en cada niño pero una vez que pasan ya no hay oportunidad de volverlos a vivir. Llamamos el ambiente preparado a ese entorno en el que el niño se vea en la necesidad de desenvolverse de forma social, intelectual, emocional, etc. Pero, de forma cómoda y sin ningún tipo de presión. El rol del adulto es aquel que sirve de puente entre el menor y el ambiente preparado. Para desempeñar este rol de manera correcta hay que dejar que el chico viva sus propias experiencias y sea libre en tanto el adulto lo enseñe a ayudarse a sí mismo.
Los adultos deben despertar independencia e imaginación durante su desarrollo, generar en él o ella, autodisciplina, bondad y cortesía. Así como también, guiar al niño para que aprenda a cuestionar, observar y explorar. Motivando su interés por los deportes, la cultura, el arte, estableciéndose una rutina necesaria para que sea responsable y goce de madurez, además, este itinerario es bueno para el cerebro y para evitar las rabietas.
La Disciplina Positiva consiste en mantener un acuerdo entre padres e hijos. No se puede mimar demasiado a un hijo, los premios en exceso generarán una dependencia a los agasajos lo cual afectará su comportamiento a largo plazo, cuando no sea posible satisfacer este capricho. Sin embargo, las demostraciones de afecto son en extremo necesarias ya que un niño no amado crecerá con problemas emocionales.
Educación sin premios, castigos o chantajes, entender la conducta inadecuada te brindará herramientas; enseñar a los pequeños a aprender de sus errores los entrenará para el futuro no tan lejano. Debes visualizar la mujer o el hombre que te gustaría ver convertido a tu hijo o hija; además, recuerda que no puede haber lucha de poder, todos somos iguales.
¿Cómo lograr la Disciplina Positiva?
La Disciplina Positiva debe ser amable y firme al mismo tiempo de manera que motive al pequeño a ser independiente y dedicado. Es eficaz a largo plazo, enseñándole la importancia de la colaboración, participación, respeto y la habilidad de solventar problemas.
El método Montessori y la Disciplina Positiva convertirán a tu hijo una persona de bien, madura y lo más importante de estas herramientas de vida es que lo harán sentir en paz consigo mismo.
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