¿Cómo se protege legalmente un videojuego?
Especialistas en derecho digital del despacho Metricson, analizan las claves para proteger estos productos.
Publicado el martes, 05 de abril de 2016 a las 15:45
PROTECCIÓN LEGAL DE LOS VIDEOJUEGOS:
CONSEJOS PARA SU DESARROLLO Y COMERCIALIZACIÓN
La realidad es que pese a que se ha consolidado como la industria audiovisual con mayor previsión de crecimiento mundial, por encima de la industria del cine y la de la música conjuntamente, los videojuegos son todavía uno de los grandes olvidados en la legislación de propiedad intelectual. Ante la inseguridad que genera la falta de definición legal de los videojuegos y las dificultades que entraña definir quién es el autor del mismo, queremos proporcionar como abogados en este artículo pinceladas que ayuden a los creadores de videojuegos a proteger adecuadamente un producto o creación tan sumamente complejo.
Para ello, tenemos que basarnos en las decisiones de tribunales y la doctrina para perfilar cual es el modo adecuado y completo de protección de los mismos. En principio, podemos afirmar que para lograr blindar legalmente un videojuego será necesario diseccionarlo o separarlo en las distintas partes que finalmente lo componen, desde la perspectiva de la propiedad intelectual e industrial.
¿Cuáles son esas partes y cómo protegerlas?
1. El software
Todo videojuego es en esencia un programa de ordenador o software, esto es, una secuencia de instrucciones destinadas a ser utilizadas en un sistema informático para realizar una función u obtener un resultado. La protección del software en el ordenamiento español -y europeo- se rige por las reglas del derecho de autor, lo que significa que el creador adquiere un derecho de explotación económica exclusiva del mismo durante un periodo de tiempo de 70 años sin necesidad de efectuar ningún trámite.
Sin embargo, y a pesar de que la atribución de dichos derechos sea automática, la creación de los videojuegos tiende a ser muy compleja ya que son desarrollados habitualmente por varias personas que trabajan conjuntamente y la mayor parte de las veces bajo el paraguas de una empresa. Es importante documentar adecuadamente con contratos la cesión de los derechos de propiedad intelectual sobre lo creado por los trabajadores o desarrolladores a favor de esa empresa, siempre con el asesoramiento de un abogado especializado en la materia. Asimismo, es aconsejable efectuar un escrow o registro notarial con el código del software o inscribirlo en el registro de la propiedad intelectual.
2. Elementos audiovisuales (imágenes, grabaciones de vídeos, sonidos)
Un videojuego es una obra sumamente compleja compuesta no solo por su software, sino también por imágenes, dibujos de personajes, escenarios, vídeos, música y sonidos. Todos estos elementos encuentran su amparo en la legislación de propiedad intelectual, si bien es totalmente aconsejable establecer un sistema efectivo que permita registrar la cesión total de los derechos de explotación por parte de los trabajadores en favor de la productora del videojuego por medio de contratos. Si estos están correctamente elaborados, facilitarán después el proceso de registro garantizando que no surjan o puedan evitarse problemas a la hora de comercializar el videojuego.
Mención especial a la necesidad de protección de todos y cada uno de estos elementos desde la fase de pre producción. Aconsejamos contar con el asesoramiento de un abogado en este proceso.
3. El guion
Casi todo videojuego actualmente es también una obra literaria, el sentido en el que en la mayoría los protagonistas mantienen diálogos y existe una narrativa entorno al mismo. La importancia económica del guion puede resultar fundamental tanto en procesos de merchandising, como si se desea posteriormente vender el guion para hacer una película, un libro, etc. Es conveniente por ello, además de suscribir los anteriormente mencionados acuerdos de cesión de derechos, efectuar el registro del mismo en el Registro de la Propiedad Intelectual.
4. Marcas
Este apartado cobra una importancia crucial a la hora de explotar económicamente el videojuego por medio de todo tipo de merchandising. Pensemos que gran parte de las ganancias de una empresa de videojuegos pueden venir de la venta de productos asociados al mismo.
Un videojuego tendrá un logo, un título, una imagen de portada, personajes con nombre propio, sonidos que lo identifiquen, etc, elementos cuyo valor económico puede llegar a ser altísimo. Por ello, deben protegerse como marca en la Oficina Española de Patentes y Marcas o, en función de las necesidades, expectativas y medios de la empresa, en la OAMI (para marcas europeas) o en la WIPO (protección a nivel mundial). Mediante estos registros usted conseguirá tener el derecho exclusivo de utilizarlos en el comercio, así como el derecho a prohibir que otros los utilicen.
5. Derechos de imagen
Si bien muchos desarrolladores de videojuegos no tendrán que preocuparse por los derechos de imagen, para otros será un punto esencial en el éxito de la comercialización. Muchos videojuegos han empezado a utilizar la voz, la imagen o incluso los nombres de personas reales, y esto requiere un minucioso proceso de cesión de los derechos de imagen por medio de contratos con dichas personas, fijando de un modo preciso y adecuado el ámbito en el que se permite utilizar la imagen.
Aunque no encaje desde una perspectiva legal propiamente en este apartado, hay que recordar que la utilización de la imagen de algunos edificios e interiores de edificios reales en los videojuegos puede requerir previamente recabar el consentimiento del titular de los derechos de la imagen. Es algo excepcional, pero es aconsejable cerciorarse de si el edificio tiene algún derecho por el cual necesitemos pedir consentimiento previo. Lo mismo sucede si queremos incluir en el videojuego obras de cualquier tipo (imagínese, por ejemplo, un póster de una película real) que sean titularidad de un tercero. Contar con el asesoramiento de un abogado será un punto clave a la hora de evitar problemas ante reclamaciones de terceras personas.
6. Diseños
Algunas de las interfaces del videojuego (piense, por ejemplo, en aquella en la que se configuran las preferencias de jugabilidad) tendrán como modo de protección más adecuado el derecho del diseño. Para proteger una interfaz por diseño y obtener sobre la misma un derecho de explotación económica exclusivo, es necesario efectuar el registro de la misma en la oficina correspondiente.
7. ¿Cómo utilizar beta testers y proteger a la vez el videojuego?
Es absolutamente recomendable suscribir contratos de confidencialidad con todos y cada uno de los beta testers que colaborarán en el proceso de creación y comercialización del videojuego. Los beta testers son los encargados de revisar que el juego esté correctamente hecho y no contenga errores o bugs, por lo cual tendrán acceso al videojuego incluso antes del lanzamiento del mismo. La importancia de que queden obligados a guardar secreto sobre el contenido del mismo y sus errores puede ser vital para la empresa desarrolladora.
Recomendamos la inclusión de cláusulas penales que supongan el pago de una cantidad en el caso de que la obligación de confidencialidad se incumpla por parte del beta tester.
8. ¿Qué precauciones hay que tomar en la publicidad o marketing de videojuegos?
Muchos videojuegos tienden a contener imágenes violentas que desde la perspectiva de la normativa que regula la publicidad no son aceptables. Asimismo, puede ocurrir respecto de la imagen de la mujer en función de que reciba un tratamiento sexista. Igualmente, en publicidad es necesario tener en cuenta que aquella que esté dirigida a menores debe de cumplir unas características concretas y las precauciones deben extremarse.
Establecer un mecanismo de control de la publicidad y el marketing del videojuego es vital para evitar problemas posteriores. Recomendamos que las campañas sean evaluadas por un abogado y, para mayor seguridad, que pasen el filtro de la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial.
9. ¿Aumenta el riesgo al publicar un videojuego en una plataforma abierta?
Desde luego, esta opción que ha empezado a surgir aparejada a la democratización del desarrollo de videojuegos conlleva que se multipliquen los riesgos de copia y plagio. Sin embargo, con un adecuado asesoramiento legal es posible minimizarlo a través de contratos bien hechos y registros de propiedad intelectual e industrial realizados correctamente.