Crisis sí, pero también oportunidades a través de la Innovación
Publicado por mcarmen
miércoles, 08 de octubre de 2008 a las 12:00
Las empresas que disponen de buenas dosis de imaginación, una estrategia adecuada, profesionalidad en la gestión y un esfuerzo innovador, son las que no sólo salen adelante, sino que incluso mejoran en momentos de crisis y son las más competitivas cuando el ciclo desfavorable remite.
Vivimos una etapa extremadamente difícil en la que las empresas están obligadas a poner a punto sus estrategias para capear el temporal incluso, si es posible, fortalecer su posición. En periodos como éste surgen las grandes oportunidades y numerosas empresas afloran o crecen hasta convertirse en nuevos actores en el escenario competitivo futuro.
En este contexto de crisis hay que agudizar el ingenio, no solo para mantener o mejorar la posición en los mercados, sino para evitar que, al terminar el ciclo, la empresa se haya quedado atrás respecto de sus competidores.
La innovación, elemento central de la estrategia de negocio de cualquier compañía, es más necesaria todavía en momentos como el actual ya que se impone una estrategia de diferenciación que singularice su oferta frente a la competencia. Para ello es imprescindible innovar, no en grandes proyectos imposibles sino explotando la creatividad, las capacidades y competencias de la empresa y adecuando las estrategias al nuevo entorno.
Los ciclos de crisis provocan cambios y reestructuraciones en el mercado, algunos sectores incluso desaparecen y como mínimo el resultado suele ser un importante cambio en la relación de fuerzas entre las empresas y de peso de los sectores de actividad. Sin embargo, las empresas que disponen de buenas dosis de imaginación, una estrategia adecuada, profesionalidad en la gestión y un esfuerzo innovador, son las que no sólo salen adelante, sino que incluso mejoran en momentos de crisis y son las más competitivas cuando el ciclo desfavorable remite. Y ello es porque, gracias a esas habilidades, han sido capaces de generar una actividad de mayor valor añadido, con demanda en el mercado actual y futuro. La experiencia demuestra que las empresas que sólo se dedican a “sobrevivir”, es decir, aquéllas cuyo enfoque estratégico no contemplaba un entorno en constante cambio y no han invertido en innovar, son las que primero desaparecen.
Además de ello y afortunadamente, aunque parezca una paradoja, el modelo de crisis actual produce una situación favorable para la inversión en innovación y es que al coincidir los rendimientos generados en los momentos de ciclo favorable con la crisis de los mercados financieros tradicionales, todo ello invita a que los beneficios acumulados reviertan en el desarrollo de actividades económicas de mayor valor añadido, que son las que pueden garantizar a largo plazo el sostenimiento de la actividad empresarial y la generación de riqueza.
Sólo cabe añadir por último que, por si faltaba algo, esta crisis ha coincidido con el cambio en los fondos estructurales europeos (“a perro flaco todo son pulgas”) que, como todos sabemos, no sólo se han visto reducidos, sino que su ámbito de actuación se ha restringido a apoyar únicamente proyectos basados en la innovación.
Para concluir, una obviedad: efectivamente estamos en una grave crisis, que no sabemos cuán larga va a ser pero que, como todo en esta vida, finalizará. Es por lo tanto un momento crucial para revisar las estrategias y modelos de negocio empresariales. Es una época clave para buscar oportunidades. Es necesario comprender que la innovación resulta ahora imprescindible no sólo para mejorar los procesos empresariales, lo que supone un ahorro en costes, sino para descubrir nuevos productos y servicios que se adapten a las necesidades del mercado actuales y futuras.
Roberto Payá Doménech
Director CEEI Alcoy
08/10/2008 12:00 | mcarmen