Las personas en primer lugar: recetas sencillas para una dirección eficiente
Por África Valldecabres, Directora General de la consultora Equipo Humano
Publicado por anarubio
miércoles, 17 de febrero de 2010 a las 00:00
La mayor parte de los empresarios identifican a las personas que trabajan en su empresa como el principal activo de la organización.
En ocasiones lo hacen cada vez que analizan el coste fijo que supone en sus cuentas el mantenimiento de los puestos de trabajo de su empresa. Sin embargo, no siempre se es coherente con esta manida afirmación de que las personas son el activo más importante y muestra de ello sigue siendo la falta de políticas concretas en dirección de personas, que más que ser recursos, son las que tienen muchos de los recursos en una empresa.
Utilizando un ejemplo visual y fácilmente comprobable, les diré que si analizamos el volumen de inversión que se destina a un departamento de mantenimiento en una empresa industrial, se darán cuenta de no es comparable con el destinado al mantenimiento, mejora, actualización de otro activo esencial: las personas. Piensen en el número de profesionales destinado a la función preventiva y reactiva de las máquinas e instalaciones y piensen en el número destinado a establecer e implementar políticas de Dirección de personas.
Esta realidad se completa con otra de gran calado. Las empresas, como es lógico, tienen estructuras jerárquicas organizadas para que la dirección de la empresa pueda tener una línea de mando coherente y unificada que facilite la dirección de personas agrupadas por funciones comunes en departamentos o áreas. En este sentido, en casi todas las empresas hay más de un jefe o director de departamento. Pero la calificación para la función de dirigir está abandonada.
Para muchos trabajadores/as, el jefe es aquella persona que marca el día a día de su trabajo y, en ocasiones, de su vida. Para el empresario, el jefe debe ser aquel que gestiona la productividad y satisfacción de un colectivo de trabajadores y aquel que aúna los esfuerzos en una dirección concreta.
Algunos jefes se han olvidado de que la diferencia entre ellos y los que trabajan con él es que él tiene más responsabilidad y cobran más. Están en una posición superior, en un dibujo que se llama organigrama, aunque en ocasiones confundan su posición y la consideren un fin en lugar de un medio con finalidad organizativa.
En otras ocasiones los jefes se han olvidado de que las personas de una empresa trabajan para los clientes de la empresa y no para un ellos. Si un jefe se olvida del cliente y se centra únicamente en tareas o procesos internos, mala aportación está haciendo a su empresa.
Por ello, entre las más sencillas recetas para dirigir, está la de seleccionar y formar buenos jefes, responsables o mandos. Personas que sepan que ayudar a crear ambientes motivantes y productivos es parte de su responsabilidad. Como también la de capacitar a su equipo y en consecuencia poder exigir resultados. Hable con su equipo, escuche mucho, decida, lidere, asuma responsabilidades y comparta éxitos y fracasos. Todos son personas en desarrollo, no lo olvide: eso es lo humano y eficiente en la dirección de equipos.
ÁFRICA VALLDECABRES
Directora General de la consultora Equipo Humano.
Licenciada en Psicología por la Universidad de Valencia y Master en Dirección de Recursos Humanos por E.S.I.C. Ha trabajado como Directora de Recursos Humanos del Grupo Colortex y como consultora en el Area Organizacional del Colectivo de Psicología Aplicada. Ha realizado colaboraciones escritas, ponencias y cursos especializados de la Escuela de Gestión Comercial y Marketing, de la Escuela de Negocios EDEM, en FUNDESEM, en la Cámara de Comercio de Alcoy, y en PriceWaterhouse Coopers. Además, es miembro de la Comisión de Formación y la Comisión laboral de ATEVAL (Asociación empresas textiles de Valencia).
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17/02/2010 00:00 | anarubio